Un mal de nuestros tiempos: La adicción a los videojuegos

Adicto a los videojuegos

Un mal de nuestros tiempos: La adicción a los videojuegos

Es un hecho que la tecnología ha incursionado en diversos ámbitos de nuestras vidas y también, en la los niños y adolescentes. Es frecuente verlos con aparatos móviles y/o computadores desde la más pequeña infancia, manipulándolos con una facilidad que a cualquiera de nosotros le gustaría tener.

Lamentablemente, en el último tiempo se ha observado con creciente preocupación que el uso indiscriminado y sin control de estos aparatos tecnológicos, ha generado patologías de salud mental que se enmarcan en ámbito de las adicciones. Específicamente en relación a los jóvenes y los niños, la adicción a los videojuegos ha llegado a ser uno de los temas que más preocupa a muchos padres y madres alarmados ante el tiempo que sus hijos pasan jugando a esta forma de ocio.

¿Qué es la adicción a los videojuegos?

A lo largo y ancho del planeta, muchos jóvenes han convertido los videojuegos en una de sus principales aficiones, tanto es así que hoy se ha normalizado tanto que hay toda una subcultura que reivindica abiertamente esta clase de entretenimiento, e incluso existen torneos y campeonatos mundiales centrados en videojuegos específicos; esto es lo que se conoce como eSports.

Sin embargo, la adicción a los videojuegos es lo que ocurre cuando la dependencia hacia las partidas de videojuegos se vuelve tan intensa que se dedica al menos cuatro horas diarias a esta actividad, suponiendo esto la desatención de todo tipo de obligaciones y responsabilidades.

Síntomas de Alerta

Entre los síntomas de la adicción a los videojuegos destacan los siguientes.

1. Aislamiento social

La adicción a los videojuegos potencia el aislamiento social, que se traduce en la pérdida de contacto con amigos y familiares. A su vez, el aislamiento social puede ser una de las causas que lleve a la adicción a los videojuegos.

2. Empeoramiento del rendimiento académico

El tiempo dedicado a jugar hace que no se invierta tiempo y esfuerzo en estudiar, lo cual repercute en el rendimiento académico y retrasa el aprendizaje de las competencias y habilidades que se impulsan a través de la educación.

3. Uno de las partidas de videojuegos como conducta compensatoria

El uso de los juegos puede ser un recurso para canalizar el estrés y la ansiedad derivados de otros problemas del día a día, como el hecho de vivir en una familia disfuncional o el sufrimiento de maltrato en casa o bullying en el colegio.

4. Pérdida de la noción del tiempo

La adicción a los videojuegos hace que se pierda el control de la gestión del tiempo, de modo que la capacidad para saber las horas que han pasado durante las partidas empeora y se pierde de vista el hecho de que esto retrasa otras actividades.

5. Dolores y enfermedades posturales

El hecho de pasar muchas horas seguidas jugando a videojuegos frente al televisor o al ordenador puede llevar a desarrollar problemas óseos, de articulaciones o de circulación, especialmente en la espalda, los muslos y las manos.

6. Estallidos de ira ante limitaciones para jugar

Cuando ciertas situaciones hacen que la partida termine o se vea entorpecida, esto genera un nivel de frustración que puede derivar en estallidos de ira o incluso en agresiones físicas contra otras personas, así como en golpes contra partes del inmueble u objetos.

¿Qué nos hace estar enganchados a la pantalla?

Las mecánicas de la mayoría de videojuegos se centran en dar recompensas por progresar y superar pruebas. Por ejemplo, batir ciertas marcas o superar ciertos enemigos permite acceder a nuevas zonas que explorar o a modos de juego que no habíamos desbloqueado. Esto, sumado a una curva de dificultad ascendente (es cada vez más complicado avanzar, pero a la vez aprendemos más y más acerca de cómo superar los desafíos del juego) hace que todo gire alrededor de la búsqueda de una recompensa que genera una experiencia placentera.

Por otro lado, la adicción a los videojuegos, al igual que muchas otras formas de dependencia a hábitos, nos lleva a caer en una dinámica que nos atrapa y que, con el tiempo, hace empeorar las perspectivas de salir de esa trampa. Esto es así porque a medida que interiorizamos la importancia de echar partidas a los videojuegos, los pensamientos recurrentes vinculados a esa actividad se hacen cada vez más frecuente, y todo nos hace recordar esas partidas o imaginar lo bien que lo podríamos estar pasando si estuviésemos frente a la pantalla.

Tratamiento de la adicción a los videojuegos

Además de la psicoterapia, los padres pueden tomar ciertas medidas que pueden ayudar a combatir esta tendencia hacia el abuso de las partidas a juegos de ordenador o videoconsola. Las principales son las siguientes.

1. Impedir la compra de más juegos

El hecho de no poder acceder a más juegos durante un tiempo indefinido hace que la cantidad de recompensas y nuevos estímulos a los que se opta se vea limitada, de modo que jugar todo el rato a lo mismo sea una experiencia tediosa.

2. Invitar a realizar otros pasatiempos

Ocupar el tiempo en otras actividades ayuda a romper con el ciclo del juego, ya que presenta otras rutinas y pensamientos estimulantes.

3. Limitar el tiempo

Es preferible dejar jugar durante un tiempo limitado a cortar drásticamente la posibilidad de seguir jugando, ya que lo segundo produce tal hostilidad que la situación es vista como un enfrentamiento directo en el que todo vale con tal de saltarse la norma.